El desembarco de la IA en publicidad y comunicación
En los últimos meses, la Inteligencia Artificial, también conocida como IA, está adquiriendo más popularidad y su uso en más ámbitos como la comunicación y la publicidad está creciendo exponencialmente. Pero ¿qué puede resultar de todo esto?
El uso de la IA en publicidad y comunicación viene cargado de buenos deseos e intenciones, puede ayudar a crear aún más y mejor gracias a las herramientas que nos proporciona, y además de que con esta inteligencia se pueden conseguir resultados mucho más rápido que si lo realizase una persona, sobre todo en lo referido a tareas repetitivas y estandarizables... Sin embargo, no siempre es la mejor opción, entre otras cosas, empezando porque los derechos de los contenidos generados por las IA son propiedad intelectual de la propia inteligencia artificial. Un dato que choca teniendo en cuenta que ellas mismas aprenden gracias a los trabajos de personas, pero ese es otro debate.
¿Cómo funciona la IA en publicidad y comunicación?
A través del uso de la IA en publicidad y comunicación se puede adquirir y analizar grandes cantidades de datos de usuarios de forma precisa y rápida, lo que supone un avance en tiempo, plazos y rapidez. También proporciona un análisis casi inmediato de los resultados, lo que nos ayuda a poder tomar decisiones mucho más rápidas, entre otras ventajas.
Sin embargo, esto también puede ser un problema, ya que extraer determinada información puede ir en contra del derecho a la privacidad, en otro caso distinto, ofrecer información sin tener en cuenta un contexto humano, lo que nos puede llevar a tomar decisiones inapropiadas en el ámbito publicitario o comunicativo.
Contenidos generados por IA en publicidad y comunicación
En la actualidad, la IA en publicidad y comunicación no se utiliza únicamente como herramienta de procesamiento de datos, que sí puede ser efectivo para una empresa de comunicación o de publicidad, sino que se están empleando herramientas de IA como ChatGPT, Google Bard, DALL-E como generadores de contenidos audiovisuales, de texto, en las campañas de publicidad.
Esto puede ser un problema al perderse gran parte del componente humano. Se genera un contenido estándar, tanto en texto como en imagen. Por ejemplo, si se quiere generar un contenido para una red social de venta de coches sobre el día de San Valentín, va a ser muy similar al contenido que genere para una escuela infantil o un hotel.
Un contenido único y exclusivo, propio de un proceso creativo donde el insight (o el Eureka!) genera una nueva relación de ideas en forma de nueva idea, original y exclusiva. Creamos un concepto, un diseño, un titular, un mensaje, una personalidad de marca que habla por los diferentes canales impresos y online, a través de una personalidad y tono de marca. Único y exclusivo que huye de estandarizaciones (y las rechaza).
Además, con el tema de los derechos de autor todavía está en el aire, en estudio y buscando cómo abordarlo de forma global, no es posible asegurar que los contenidos que se generen mediante la IA sean de la empresa que ha solicitado los servicios o que haya empleado esta herramienta, sino que pueden pertenecer a la propia Inteligencia Artificial y generar denuncias y asuntos legales posteriormente a su uso.
¿Cómo será el siguiente capítulo del aterrizaje de la IA en nuestro sector?
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